Los jugadores fascistas imperan en el Calcio (futbol Italiano). Perin, Buffon, Abbiati, Cannavaro, Aquilani, Di Canio y Pérez son sólo algunas de las caras del lado más revisionista (nostálgico) del fútbol italiano. Nadie se extraña cuando estos ricos y privilegiados, que han crecido en un ambiente que hace del machismo, del sexismo, del racismo y de la competitividad algunos de sus valores fundamentales, son fotografiados cerca de bustos de Mussolini (Aquilani), celebran realizando el saludo romano (Pérez y Di Canio), celebran las victorias con camisetas que llevan consignas fascistas (Buffon) o simplemente hacen declaraciones nostálgicas (Perin, Cannavaro y Abbiati. "Lo malo fue la alianza con Hitler, esta claro"). Pero por fortuna el fútbol siempre ha estado poblado por personas declaradamente anti-fascistas (más ayer que hoy, por desgracia), y sería absurdo ignorarlas. Olvidarlas significa entregar las curvas (gradas) y los estadios a quien lleva banderas nazistas a la cancha o silba a los jugadores negros. El fútbol es sobre todo agregación popular y, en consecuencia, antifascismo.
Minuto Settantotto te lleva a descubrir tres historias de personas que fueron capaces de decir que no. Tres historias de resistencia.
Sergio Manzarena y Aitor Aguirre
Santander, extremo norte de la España de Franco. En el "Campos de Sport de El Sardinero" el 28 de septiembre 1975 se juega el partido entre los locales del Racing y el Elche. En el campo están los habituales 22 hombres, pero la atención de todos va al extremo derecho y al puntero del Racing de Santander y a los lazos negros que llevan en el brazo. Se llaman Sergio Manzarena y Aitor Aguirre. La razón de los lazos negros tiene cinco nombres: Txiki, Ángelo, José Humberto, José Luis y Ramón. Los nombres de las últimas víctimas de los fusilamientos franquistas, asesinadas en la noche del 27 de septiembre por cargos de militancia en ETA y FRAP. Sergio y Aitor han escuchado la noticia a través de una radio clandestina y han tenido: "Una reacción visceral", dirá más tarde Manzarena, "un gesto por la Democracia". Inmediatamente después del partido un grupo de extrema derecha amenaza de muerte a Manzarena y Aguirre y al presidente del Racing, mientras que la Federación multa los dos jugadores con 300.000 pesetas cada uno por amenaza del orden público. Txiki, Ángel, José Humberto, José Luis y Ramón serán las últimas víctimas de los fusilamientos del régimen y la dictadura franquista caerá poco después, dejando a Sergio, Aitor y esos dos lazos negros en la historia no sólo del Racing de Santander, sino en la de la entera Resistencia española.
Michele Moretti
Como, 1932. El nuevo "oriundo" (jugador extranjero de origen italiano) se llama Attila Sallustro, juega en el Nápoles y se está convirtiendo en una pieza clave de la selección italiana. Ya ha superado a tres hombres y ahora apunta hacia Michele. El defensor de la Comense (equipo) se ha dado cuenta de que Sallustro va por el interior y su pie lo contrasta. El oriundo le da un codazo en pleno estómago, aunque sea solo un entrenamiento. La respuesta de Michele es dura: patada en el muslo de la pierna de Sallustro. "Quieres que sea tu último entrenamiento con Italia, Moretti?", pregunta al final del entrenamiento el selecciónador Pozzo. "Sallustro domingo va a jugar frente a Suiza." "Estoy aquí para jugar al fútbol, no para sufrir golpes. Mis hombros valen como los de los demás, mister (Nota: en Italia se llama "mister" al entrenador, porqué el fútbol fue enseñado por los ingleses)". Esto es Michele Moretti. O más bien, este es Pietro Gatti, comandante partisano de la 52a Brigada Garibaldi. Defensor de la Comese (squadra) entre 1927 y 1935, fue uno de los protagonistas de la mítica temporada 1929-30, donde su equipo terminó invicto en Primera División (rozando el año después el ascenso a la Serie A). Miembro del Partido Comunista ilegal, pronto se da cuenta de que en las dictaduras hay cosas más importantes que el fútbol: la libertad, sobre todo. En 1943 escapa a la deportación y se une a la lucha partisana, convirtiéndose en el comandante de la 52a Garibaldi y escribiendo uno de los capítulos más importantes de la historia italiana. El 27 de abril 1945 en Blevio son cinco: el coronel Valerio, Guido Conti, Benito Mussolini, Claretta Petacci y Michele-Pietro Gatti. Después de la captura del ex Duce y de su amante se decide el fusilarlos. El responsable es el coronel Valerio, pero en el momento de las explosiones mortales su ametralladora Thompson se atasca. La historia tiene dos versiones: la primera es que Moretti pasa al compañero su Mas 7,65 para llevar a cabo la ejecución, la otra es que el mismo mata a Mussolini y Petacci. Attila Sallustro no fue convocado para la Copa Mundial de 1934 y con la cesión a la Salernitana comenzó un declive imparable. Michele Moretti regresó a su trabajo como obrero y los partisanos liberaron Italia.
Oleksiy Gai
Odessa, 2014. No es una ciudad como cualquier otra, sino una ciudad marcada por la sangre de víctimas inocentes. El 2 de mayo, después de violentos enfrentamientos entre pro-rusos y hooligans neonazis fieles al gobierno de Kiev, un grupo de manifestantes pro-rusos se refugió en el palacio de Sindicatos. Un grupo de extremistas de derecha comenzó a tirar cocteles molotov en el edificio y provocó un terrible incendio. Las víctimas fueron treinta y ocho (incluyendo varias mujeres), la mayoría de ellas quemadas vivas, asfixiadas por el humo o victimas de la desesperación saltando desde el edificio en llamas, pero en diferentes víctimas se encontraron disparos o signos de violación. No es una ciudad como cualquier otra Odessa, no puede ser. Durante el partido que enfrentaba al Chornomorets Odesa vs FC Karpaty Lviv son 21 los que antes de iniciar el partido bajan la cabeza. Oleksiy Gai no. Los equipos entran en el campo con una emblemática camiseta: "Gloria al ejército ucraniano", dice una inscripción en cirílico. La llevan todos menos este mediocampista con un buen paso por las filas del Shakhtar Donetsk. "No he entendido el significado de la acción", declara a las cámaras de TV, "es un partido de fútbol. Porqué hablar del ejército ucraniano?". Oleksiy Gai es el unico de 22 que nos recuerda lo que es la dignidad.
Por: Alessandro Colombini
Traducción al castellano: Edoardo Molinelli
Nota en italiano: Minuto Settantotto
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