El 24 de abril de 1916, El
Ejercito Ciudadano Irlandes (ICA), conformadas por la Hermandad Republicana
Irlandesa y los Voluntarios Irlandeses, quienes más tarde darían
surgimiento al Ejército Republicano
Irlandés (IRA), asaltaron la Oficina Central de Correos en Dublín, considerada
símbolos del poder inglés. Los rebeldes proclamaron un gobierno provisional y
anunciaron la creación de la República Irlandesa.
James Connolly fue quien comando
la operación, llevando a más de 220
miembros del ICA al levantamiento contra la autoridad del Reino Unido. Connolly
fue apoyado además por un grupo de poetas, escritores y maestros, todos ellos
socialistas que enarbolaban la bandera del sindicalismo. Una vez tomadas las
oficinas de correos, la bandera del Imperio Británico fue sustituida por la bandera tricolor irlandesa (verde/nacionalista, naranja/unionista, blanco/paz y reconciliación), luego, en la
voz de Patrick Pearse se da lectura a la proclama de la Republica:
POBLACHT NA H-EIREANN
EL GOBIERNO
PROVISIONAL
DE LA REPÚBLICA DE IRLANDA
PUEBLO IRLANDÉS
Irlandeses e irlandesas. En el nombre de Dios y en el de las
generaciones fallecidas, de las que recibimos la antigua tradición de la
nacionalidad, Irlanda, a través nuestro, cita a sus hijos e hijas tras su
bandera para la lucha por su libertad.
Habiéndose organizado y entrenado su hombría a través de su
organización revolucionaria secreta, la Irish Republican
Brotherhood (IRB), y a través de sus organizaciones militares legales,
los Volunteers Irlandeses y el Irish Citizen Army, habiéndose
entrenado de manera paciente su disciplina, habiendo esperado de manera
resuelta al momento adecuado para revelarse, consideran que dicho momento ha
llegado y con el apoyo de sus hijos e hijas exiliadas en América y con los
valerosos aliados en Europa, pero sin fiarse más que de sus propias fuerzas,
golpea con total confianza en la victoria.
Declaramos el derecho del pueblo irlandés a la propiedad de Irlanda y a
su total control sobre los destinos irlandeses, siendo soberanos de forma
irrevocable. La larga usurpación de ese derecho por personas y gobiernos
extranjeros no ha destruido dicho derecho, ni podrá ser destruido dado que este
derecho únicamente puede extinguirse con la destrucción del pueblo irlandés. En
cada generación, los y las irlandesas han defendido su derecho a la libertad
nacional y la soberanía. Seis veces durante los últimos tres siglos la han
defendido con las armas. Permaneciendo este derecho básico y defendiéndolo con
las armas ante el mundo, nosotros por tanto, proclamamos la República de
Irlanda como un Estado independiente soberano y empeñamos nuestras vidas y las
de nuestros/as camaradas de lucha a la causa de la libertad de Irlanda, de su
bienestar y de su exaltación entre las naciones.
La República de Irlanda está autorizada, y por lo tanto reclama, la
lealtad de cada irlandés e irlandesa. La Republicana garantiza libertad
religiosa y civil, iguales derechos e igualdad de oportunidades para todos sus
ciudadanos y ciudadanas y declara su determinación en la persecución de la
felicidad y prosperidad de toda la nación y de todos sus elementos, protegiendo
a todos los niños y niñas de Irlanda de forma igual, olvidando las diferencias
que cuidadosamente fueron creadas por un gobierno extranjero, el cual ha
separado a la minoría de la mayoría en el pasado.
Hasta que gracias a nuestras armas llegue el momento oportuno para el
establecimiento de una representación nacional, representativa de todo el
pueblo irlandés y puedan ser elegidas por sufragio de todos los hombres y
mujeres, el Gobierno Provisional, constituido para dicho objetivo, administrará
los asuntos civiles y militares de la República con la confianza de las
personas [de Irlanda].
Nosotros ponemos la causa de la República de Irlanda bajo la protección
del más alto Dios. A los elegidos les invocamos bajo nuestras armas y rezamos
para que nadie sirva a esta causa con deshonor, con cobardía, con inhumanidad o
rapiña. En esta suprema hora la nación irlandesa debe, por su valor y
disciplina y por la buena voluntad de sus hijos e hijas, sacrificarse por el
bien común, demostrándose a ellos mismos como merecedores del destino augusto
para el que han sido llamados.
Firmado con el patrocinio del Gobierno Provisional
Thomas J. Clarke, Sean Mac Diarmada, Thomas MacDonagh, P. H. Pearse,
Eamonn Deannt, James Connolly, Joseph Plunkett
A los 100 de dicho acontecimiento, celebramos la importante
tarea de reconocer al pueblo irlandés en su derecho a la libertad y que hoy día
sigue vigente en sus esfuerzos por unificar al país, así pues desde estos
renglones va un reconocimiento a los héroes que entregaron la vida en busca del
reconocimiento de Irlanda, con las mismas
palabras de Connolly en una especie de quen con una gran lucidez llego a decir:
Si mañana echáis al
ejército inglés e izáis la bandera verde sobre el Castillo de Dublín, a menos
que emprendáis la organización de una república socialista todos vuestros
esfuerzos habrán sido en vano. Inglaterra todavía os dominará. Lo hará a través
de sus capitalistas, de sus terratenientes, a través de todo el conjunto de
instituciones comerciales e individuales que ha implantado en este país y que
están regadas con las lágrimas de nuestras madres y la sangre de nuestros
mártires. Inglaterra os dominará hasta llevaros a la ruina, incluso mientras
vuestros labios ofrezcan un homenaje hipócrita al santuario de esa Libertad
cuya causa traicionasteis.
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