“¡Yo no voy a renunciar!... Colocado en un tránsito histórico, pagaré con mi vida la lealtad del pueblo.”
Así se expresó Salvador Allende en una parte de su conocido último discurso. Hoy, se conmemoran los 42 años de aquel golpe de estado orquestado por un grupo de traidores militares y que a diferencia de Allende no conocían el verdadero significado de la palabra “Lealtad”.
La práctica de la lealtad se puede rastrear en diferentes momentos de la vida del presidente Allende, puede ser que una de las primeras veces que haya experimentado esa emoción se deba a un equipo de fútbol, según registros históricos, en el año de 1922 a los 14 años, Salvador Allende solicitaba por medio de un escrito poder ser socio del Club Everton de Villa del Mar. Hacia esos años el equipo se consolidaba como uno de los clubes insignia de Chile y la juventud porteña de Valparaíso poco a poco se identificaría con los colores “Cielo y Oro”, el joven Allende no fue la excepción. Desde ese ya lejano 1922 hasta el momento de su muerte en La Moneda, fue socio del Club Everton de Viña del Mar, digno ejemplo de lealtad a los colores de un equipo, pero no mayor al que le brindo a su pueblo aquel 11 de septiembre de 1973.
- Vasílievich
¡¡¡ALLENDE VIVE!!!
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