Hoy detonamos y extendemos la revuelta epistémica y hacemos de las tribunas, trincheras. Emprendemos nuestro peregrinar desde los barrios bravos, tomamos las calles grises por las que autómatas arrastran cadenas que han dejado de ser un fardo, y las hacemos nuestras, cubriendolas con banderas, consignas, cantos, calor y color. Marcha la digna rabia, desfila la alegre rebeldía, la chida subversión. Me dirijo atentamente al intelecto de la consciencia artificial, a quienes analizan al fútbol cómo opio del pueblo y poco más. Mientras ignoran tantas formas enajenantes que la sociedad mercantil totalitaria nos oferta. Viajar y ver por 2 horas un espectáculo musical, deportivo, etc., es igual de enajenante, pero se sigue jerarquizando todo aspecto de la sociedad capitalista. Sea en el mausoleo a la pastora, monumento al ecocidio o un espacio ocesa, etc., se encierra la catarsis y se siguen declinando los sentimientos de cada individuo y obvio los del colectivo. Se precisan fuer...