Se jugaba la penúltima fecha por la eliminatoria para el Mundial de la #FIFA #Rusia2018 y las eliminatorias sudamericanas estaban que ardían. Tres de los seis juegos se disputarían en el mismo horario porque eran los equipos que estaban claramente a punto de definir su clasificación al próximo encuentro mundial de la máxima categoría del fútbol asociación.
Uno de los juegos más definitivos era el de Colombia vs. Paraguay. Este encuentro se llevaría a cabo en el Estadio Metropolitano Roberto Meléndez en la ciudad de Barranquilla, lugar donde han caído muchas selecciones nacionales en en si visita a dicho recinto, por efectos del clima mismo, cosa que ayer no jugó a favor, puesto que el horario de juego era el de las 18:30 hora local y en ese momento el sol y la humedad no jugarían el papel que por mucho tiempo fue factor a favor de la Selección Colombia.
La esperanza es por la vida y la paz no por #Rusia y un mundial |
Horas previas al encuentro deportivo se estaba llevando a cabo otra eliminatoria en las Comunidades del Alto Mira y Frontera del corregimiento de Llorente del municipio de Tumaco, Nariño, Colombia. Esta eliminatoria estaba a cargo del equipo de la Policía Nacional. Los resultados fueron claros, 8 campesinos asesinados y más de 50 heridos por armas de fuego de la Fuerza Pública. Una goleada sangrienta. ¿El motivo? La defensa de sus cultivos de hoja de coca que siendo catalogados como ilegales en el marco de los Acuerdos de Paz de la Habana entre la ex-insurgencia de las FARC y el Gobierno, concertaron que no serían erradicados sino sustituidos, una gran diferencia, teniendo en cuenta que esta zona rural, entre otras tantas, no cuenta con infraestructura alguna para poder plantear otra posibilidad de cultivo que le brinde sustento económico a sus familias y bien sabemos donde está la hoja de coca como sea llega el comprador y le da opciones de ingresos a sus cultivadores.
Imágenes del Movimiento Social y Político Congreso de los Pueblos en Tumaco |
Lo que inició como un cerco humanitario por parte de las casi 16 comunidades campesinas y terminó siendo una masacre, que aparte de todo finaliza siendo manoseada y prostituida a manos de la fuente “oficial” del Ejército Nacional y la Policía Nacional con ayuda de los medios de comunicación masivos que en cumplimiento a sus funciones, desinformar, empiezan con un gran número de emisiones de información que indican que lo que mató a los campesinos fue un “cilindro bomba” detonado por “disidencia de las FARC y otros grupos armados”, aun cuando los diversos comunidades de las asociaciones campesinas y de cultivadores de coca de la región insisten y piden verificación porque hay claras pruebas que lo sucedido no tuvo más que un culpable, las fuerzas públicas que deberían defender a la sociedad civil.
De dos clasificaciones hoy Colombia tiene una asegurada, la de la violación de derechos humanos a manos de las Fuerzas del Estado, la otra, la del Mundial, está en veremos, porque lo que venía siendo un triunfo terminó siendo una derrota de último minuto.
Hoy podemos decir que Colombia perdió, pero en Tumaco y que el luto que sentimos es por la tricolor pero no precisamente por la de la selección.
Campesinos llorando la muerte de sus compañeros. Fotografía de Víctor Chaves, Reportero Nómada |
¡Que el fútbol no calle la injusticia!
¡Solidaridad, justicia y verdad!
-Pavlichenko
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