El futbol y la lucha de clases son un engranaje más en el motor de la historia: #Argelia vs #Egipto, 1963
El 4 de Julio de
1963, en Argelia se llevó a cabo un partido de futbol significativo y a la
postre histórico del que quizás pocos tienen conocimiento, se trata del amistoso
que bajo un escenario de júbilo y hermandad se celebró en un estadio atestado
con 15,000 espectadores, quienes se arremolinaron para ver el enfrentamiento
entre las selecciones de la recién independizada Argelia y Egipto.
El Stade du 20
août 1955 (estadio 20 de agosto 1955) fue la sede del mítico acontecimiento, fecha
representativa para el pueblo argelino, en la que se perpetro una de las más
atroces matanzas en la región de Constantina (Argelia), dicho inmueble se
encuentra ubicado en pleno centro de Argel y fue inaugurado en el año de 1930
originalmente bajo el nombre de Stade d'El Annasser.
Tras un cruento
y largo combate en contra del colonialismo Francés el pueblo Argelino obtuvo su
independencia y organiza elecciones en octubre de 1962, siendo electo Ahmed Ben
Bella, quien se venía desempeñando como jefe de gobierno interino, a la vez que
era el máximo representante del Frente de Liberación Nacional (FLN), movimiento
que luchaba por la independencia de Argelia. Ya electo presidente, Ben Bella,
organiza dicho encuentro futbolístico en el año de 1963.
Los jugadores
que alineaban para el seleccionado Argelino, eran los mismos valientes y
conscientes jugadores que conformaron la selección del FLN en los años del
colonialismo francés, de manera que con los partidos que jugaron abrieron vías
de contacto y solidaridad con otros países No Alineados. Verdadero sacrificio
de jugadores, quienes decidieron sacrificar su carrera futbolística por la
causa independentista, como el caso del llamado “Perla Argelina”, Mustapha
Zitouni, quien no importando su bien ganada fama gracias a su magistral toque,
que lo llevo a destacar en equipos como el AS Mónaco en Francia, decidió arriesgarlo
todo por su pueblo.
Por su parte el
seleccionado egipcio se conformaba con los hijos de la revolución Egipcia,
luego del golpe de Estado del 23 de Julio de 1952, dirigido por Gamal Abdel
Nasser, “El Tigre de Faluja”, para derrocar al rey Faruk quien era la máxima
representación del servilismo, la corrupción, y desigualdad tan característicos
del imperialismo, la rebelión fue el reflejo de un país que no soportaba más
ser pisoteado.
En el Egipto de
Nasser se tomaron medidas contundentes luego de la victoria, como la
nacionalización del canal de Suez, un proceso de expropiación y nacionalización
de los bienes que les pertenecían a los colonialistas Británicos. Además, se
impulsó la distribución de tierras por medio de una reforma agraria y se
constituyó un nuevo partido, la Unión Nacional, cuyo proyecto era la organización
de masas que cimentaría una nueva sociedad socialista egipcia.
En el terreno
deportivo, la figura futbolística egipcia del momento seria el delantero Hassan
El-Shazly quien conduciría a su equipo a disputar la Copa Africana de Naciones el
mismo 1963, certamen en el que con una sublime participación obtendría el título
de goleo gracias a 13 tantos marcados en esa edición de la copa.
Ya la
descripción del acontecimiento nos sugiere un suceso sin precedentes, pero aún existía un elemento aún más especial, que le agrega importancia en el aspecto
político, deportivo e histórico. Existía
en las tribunas un invitado especial, Ernesto “Che” Guevara de la Serna. Cuba y
Argelia siempre tuvieron un nexo importante, que inicio desde las experiencias
de lucha armada en la búsqueda de la libertad, mientras ambas naciones se encontraban
bajo procesos de independencia o liberación (Cuba y sus Barbudos frente a la dictadura
de Batista y Argelia con la lucha del FLN). En el año 1958, el FLN establecería
su gobierno en el exilio y los cubanos en 1959, lograrían el triunfo de su
Revolución. Desde entonces, Argelia y Cuba entrelazaron sus caminos. Resulta
obvio entonces que la primera nación en reconocer a la Republica Democrática y
Popular de Argelia, antes y después de su independencia, fue Cuba (1961 – 1962).
De ahí que el
mismo Ben Bella resumía dicha relación en estas sencillas palabras: “Sin que nosotros lo hayamos buscado la
historia ha investido a nuestros dos pequeños países de una misión grandiosa.
Codo a codo, Cuba y Argelia enfrentaron su destino, sin debilidad y con fé.”
Luego de los 90
minutos del partido, el marcador del encuentro fue lo de menos, un número
insignificante, una estadística sin sentido. Este partido es un digno ejemplo
de como el futbol puede ser catalizador de valores, impulsor de la unión entre
pueblos en los que se estrechen lazos de solidaridad. Es claro entonces el
futbol y la lucha de clases son un engranaje más del motor de la historia.
Fuentes:
http://www.aps.dz/en/algeria/13959-attacks-of-20-august-1955-significantly-contributed-to-internationalization-of-algerian-cause
-Dimitrov-
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