“Las mujeres también pueden, no se necesita ser hombre para lograr ser la mejor futbolista histórica del mundo.” -Marta Vieira da Silva. Muchas veces he escuchado que “intelectuales” banalizan el fútbol y le llaman el opio de las masas. El fútbol es pasión, es sangre vida, es garra, entrega, es lucha, es alegría y frustración. Es un catalizador por excelencia. Al fútbol hay que hacerle reverencia porque nace en las periferias marginadas y los pueblos olvidados. Para jugar al fútbol hay que tenerlos bien puestos, es un deporte de inteligencia. Por eso lo juegan los albañiles a la hora de almuerzo, los panaderos al salir del trabajo, lo juegan los niños proletarios, lo juegan los huele pega, los jornaleros, los campesinos. El balompié es el corazón latente de los “nadies.” Lo juegan las niñas guerreras, a las que les importa un pepino lo que diga la sociedad. Las mafias que lo circundan son caso aparte, y no hay que ser “intelectual” para saber diferenciar las cosas. Senti...